“Nuestra acción histórica debe ser pensada desde un mal indestructible”, cita Ana Carrasco a Raúl Gabás en el prefacio de La limpidez del mal, y nadie mejor que Schelling como compañía para realizar esta tarea. La autora, que publica con este su segundo libro, lleva a cabo un denodado ejercicio de arqueología y espeleología estudiando las grietas y cicatrices constitutivas de la historia para, en último término, poder pensar con y a partir de Schelling nuestro tiempo. Para ello, se centra en la compleja vinculación entre el mal y la historia tanto en obras clave del filósofo para abordar esta cuestión, como las Investigaciones filosóficas sobre la esencia de la libertad humana (1809) o las Lecciones privadas de Stuttgart (1810), como en escritos menos citados como el Magisterschrift (1792) y la Filosofía de la revelación. Se trata, en todo caso, de un ensayo cuya lectura resulta igualmente interesante tanto para quienes ya se hayan iniciado en la filosofía de Schelling como para quienes (aún) no lo han hecho pero se sienten llamados por la temática.