Tenemos aquí una de esas obras que pretenden –y lo consiguen– salvar la vieja distancia entre ciencia y filosofía. Como es sabido desde el mundo anglosajón nos llegan nuevas corrientes y disciplinas que buscan elaborar filosóficamente los conocimientos que la ciencia actual nos ofrece, o como el propio Bonete indica, hacer filosofía desde conocimientos actuales sobre preguntas tradicionales. Así, Enrique Bonete nos trae desde The Oxford Center for Neuroethics unos contenidos que desarrollan una nueva rama de la ética, aquella ligada a la neurología y a los últimos descubrimientos científicos que desde ella nos pueden plantear cuestiones éticas, en concreto respecto al estado vegetativo, a los distintos estados de conciencia (estado de no conciencia, estado de mínima consciencia y estado de plena consciencia); y sobre la muerte cerebral. Estas aplicaciones de la ética nos las ofrece en los capítulos finales del libro (3º y 4º) tras realizar una introducción y justificación de la disciplina que le ocupa, en los primeros.